Ensayo
sobre la ceguera,
José Saramago, editorial Debolsillo
¿Qué pasaría si todos
nos quedásemos ciegos? José Saramago plantea en su novela Ensayo sobre la
ceguera la propagación de una epidemia que va cegando a las personas. Para
controlar la situación, el gobierno pone en cuarentena a los primeros afectados
en un manicomio de la ciudad. El ejercito custodia y abastece a los contagiados, que cada vez van siendo más. Pero la organización dentro del manicomio es
difícil; hay un gran conflicto de intereses y los ciegos fuertes se imponen
sobre los débiles, mostrando la crueldad humana. Tras 4 días sin recibir
suministro de comida, una mujer quema la sala de los que
celosamente reservan para sí toda la comida. El incendio se propaga y obliga a
los ciegos a salir del edificio con miedo a que los militares que los custodian
les disparen, como ya ha sucedido otras veces. Sin embargo, en ese momento, ya
no hay guardias, todos se han vuelto ciegos, el país entero está ciego.
Este ensayo demuestra el caos en el que la sociedad se vería inmersa si todos nos
quedásemos ciegos. Es un ejemplo que confirma la afirmación de Hobbes de que
“el hombre es el lobo del hombre”, el hombre es malo por naturaleza. Es
increíble lo que el ser humano es capaz de hacer en situaciones extremas.
Nuestra maldad es innata, lo único que la frena es el orden que tenemos
impuesto por el gobierno, la constitución o los derechos humanos. Hoy en día, disfrutamos
(al menos en España) de cierta seguridad y de un orden legislativo que castiga
los malos actos, refrenando así la práctica de estos. También gozamos de una
comodidad que nos mantiene en la zona de confort y evita que nos veamos expuestos
ante situaciones extremas que saquen nuestra verdadera naturaleza.
En este libro, sin
embargo, se describen una serie de situaciones que reflejan lo que el hombre podría
llegar a hacer en circunstancias adversas. Todos los personajes están
ambientados en una sociedad semejante a la nuestra: son médicos, policías,
padres, hijos, ciudadanos primermundistas como nosotros; pese a ello,
todos pierden parte de su humanidad, todos hacen cosas que no creían poder
hacer. Un ejemplo concreto puede verse cuando los militares que llevan la comida
a la puerta del manicomio se retrasan varias entregas y, al llegar, se topan
con un grupo de ciegos que espera ansioso el cargamento; el susto infunde tal miedo
en los soldados que abren fuego contra los ciegos pensando que éstos querían
escapar o matarles.
“Los dos soldados de escolta, que esperaban en el descansillo, reaccionaron
ejemplarmente ante el peligro. Dominando, sólo Dios sabe cómo, el miedo
legítimo que sentían, avanzaron hasta el umbral de la puerta y vaciaron sus
cargadores. Empezaron los ciegos a caer unos sobre otros, y al caer seguían
recibiendo en el cuerpo balas que ya era un puro despilfarro de munición.”
Otro ejemplo es el del
coronel que custodia el manicomio y piensa que hay que matar a los ciegos para
evitar la propagación de la plaga y, como cabe esperar de un hombre de honor,
cuando él también se queda ciego, cumple con su palabra.
“Aquel mismo día, al caer la tarde, el ministerio del ejército llamó de
nuevo al ministerio de sanidad. Les voy
a dar una noticia, aquel coronel de quien le hablaba hace un rato, se ha
quedado ciego, A ver qué piensa ahora de aquella idea suya, Ya lo ha pensado,
acaba de pegarse un tiro en la cabeza. Coherente actitud, sí señor. El ejército
está siempre dispuesto a dar ejemplo.”
Otro ejemplo de la
posible brutalidad humana son las duras condiciones a las que los
protagonistas se ven sometidos. Por ejemplo, puede mencionarse el trato que reciben
los demás por parte de un grupo de 20 ciegos que cuentan con una pistola. Estos se
apoderan de las entregas de comida y cambian pequeñas raciones por objetos de
valor. Y cuando esto se acaba, demandan mujeres. La crueldad con ellas es tal
que lleva a una a la muerte la primera noche. Todo ello desemboca en otro acto
carente de humanidad en el que una mujer clava unas tijeras en la garganta del
jefe del grupo.
En resumen, la vida en esta población de
ciegos se reduce a la lucha por la supervivencia en difíciles condiciones.
Todos muestran comportamientos crueles y egoístas, hacen lo que sea para vivir
un día más, sin importar a nadie las vidas de los demás. Y, cuando al final del
libro, recuperan la vista, no obstante, siguen ciegos. Solo pasan de una
ceguera a otra, pues, aun viendo, no ven. Su ceguera les ha permitido intuir lo
que de verdad había en el corazón de cada uno y lo que de verdad eran. Y ahora
que vuelven a su ceguera habitual, deberán enfrentarse a la idea de quiénes son
o seguir siendo ciegos como todos.
Asiel González Jiménez
2ºBach C
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