Historia de una escalera,
Antonio Buero Vallejo.
Editorial Planeta, colección Austral.
Antonio Buero Vallejo.
Editorial Planeta, colección Austral.
Este drama existencial comienza introduciéndonos en el rellano de un
edificio, donde observamos cuatro puertas. Aparece un cobrador de la luz, gracias
al cual el autor nos hace saber la situación económica de esos vecinos; en la
puerta IV vive doña Asunción con su hijo Fernando; como queda de manifiesto,
son pobres, por eso acaba haciéndose cargo de su factura don Manuel, padre de
Elvira (los vecinos del II); Elvira está enamorada de Fernando, asunto sobre el
que cotillean el resto de inquilinos, como Paca, la vecina más cotilla (de la
puerta III). En la puerta I vive Generosa, que desde mi punto de vista parece la
más humilde y sincera de todos. A partir de aquí, comienza una historia con un
sinfín de acontecimientos que nos permiten observar cómo se entrelazan las desdichadas
vidas de estos personajes.
Con esta obra, Buero Vallejo lo que pretende es transmitirnos la
frustración social que existía en la época, el pesimismo ante las escasas posibilidades
de aspirar a un futuro mejor, es decir, la inmovilidad social sufrida por
muchos españoles. En este sentido, lo que me ha parecido más interesante es que
lo hace con una “estructura circular”, es decir, repite la historia de los
personajes principales, Fernando y Carmina, años más tarde, con sus hijos: Carmina
comienza un noviazgo con Fernando, quien le asegura que estudiará mucho para conseguir
un buen trabajo y poder llevar una buena vida los dos juntos, pero lo único que
está haciendo es crearle falsas esperanzas porque él es un soñador y un vago
que siempre acaba viviendo del cuento (tiene muchos proyectos en mente, muchos
pájaros en la cabeza, pero nunca los lleva a cabo). La misma escena se repite en
el tercer acto, con la historia de amor entre la hija de Carmina y Urbano y el hijo
mayor de Elvira y Fernando. Nuevamente, el Fernando (hijo) promete a
Camina (hija) cosas que no puede cumplir (se podría decir que con las mismas palabras que utilizó su padre años atrás con Carmina). Son
falsas esperanzas que conducirán a la repetición de la historia que vivieron
sus padres.
Con Historia de una escalera, el dramaturgo Buero Vallejo ganó en 1949
el premio Lope de Vega.
Rebeca Rodríguez Vallejo, 2º Bach.A
La obra refleja dos tendencias de la sociedad española de la época: los personajes que luchan por cambiar las cosas y los que se dejan llevar por la situación, de manera abúlica, sin hacer nada. Para ello nos vamos a fijar en la pareja de Urbano y Fernando:
ResponderEliminarFERNANDO: Es un joven muy atractivo. Trabaja en una papelería. Es un soñador, egoísta e insolidario, que pretende ascender socialmente para llevar una vida mejor, pero es un vago para trabajar. Vive al amparo de su madre, mientras sueña con salir algún día de la miseria. Tiene grandes planes para el futuro, pero para conseguirlos renuncia a su amor por Carmina y se casa con Elvira sólo porque tiene más dinero.
URBANO: Es un chico decente, formal y trabajador. Es más honesto que Fernando y más realista. Al contrario que Fernando, piensa que la única manera para conseguir cambiar su situación es la solidaridad y el trabajo en equipo. Él mismo está en un sindicato para defender los derechos de los trabajadores.
En el primer acto, se produce un enfrentamiento entre ellos. Urbano le dice a Fernando que entre con él en el sindicato para ascender colectivamente y Fernando le responde que él solo puede ascender y que le da igual el resto de la gente. Fernando retará a Urbano a comprobar la situación de cada uno 10 años más tarde para ver quién tenía razón.
En el segundo acto, ya han pasado 10 años. Fernando se ha casado con Elvira y no son un matrimonio feliz. Por otro lado, Urbano se ha casado con Carmina. Urbano la quiere, pero ella sigue amando a Fernando; ha accedido a casarse con Urbano porque no quería quedarse sola.
En el tercer acto, ya han pasado veinte años. Los protagonistas no han tenido una vida feliz, sino que han fracasado. Siguen todos en la humilde escalera de siempre. En este acto se produce otra fuerte discusión entre Fernando y Urbano, ya que sus hijos se enamoran, pero ninguno de los dos consiente ese amor, y Urbano le reprocha a Fernando que su hijo sea igual que él cuando era joven, porque tampoco va a llegar a nada en la vida y no quiere eso para su hija.
"Historia de una escalera" es un análisis de la sociedad española en una época muy difícil, de pobreza, hambre y falta de oportunidades. Es la historia de una frustración, por ello, tanto Urbano como Fernando, representantes de dos tipos de personas totalmente opuestas, fracasan en su intento de tener un futuro. A través de ellos, Buero Vallejo denuncia la imposibilidad de mejorar en la sociedad española de aquellos años.
El libro “Historia de una escalera” de Buero Vallejo fue publicado en 1949, justamente 10 años después de la Guerra Civil de España. El autor sufrió las graves consecuencias de ella; pertenecía al bando de los derrotados y fue condenado a muerte. Mediante esta obra analiza algunas consecuencias de la guerra, como la pobreza en la población o los enfrentamientos ideológicos.
ResponderEliminarEn la primera escena del libro aparece la figura del cobrador de la luz. Con este pretexto, se muestra la situación en la que viven algunos vecinos, que no pueden pagar ni la luz y tienen que pedir una ayuda económica a otros vecinos para poder seguir teniendo luz en la vivienda. Podemos ver que la historia, salvo alguna excepción, trata sobre unos vecinos que pertenecen a una clase no muy pudiente. Aunque, hay algunas excepciones, como Elvira, la hija de Don Manuel, la cual intenta hacerse con el amor de Fernando. Este está locamente enamorado de Carmina, pero finalmente se casa con Elvira por puro interés económico. Así se muestra la miseria de la época, en la que priman los bienes materiales sobre los sentimientos.
También podemos observar actitudes diferentes ante la vida. Por ejemplo, nos encontramos con dos formas de entender la vida a través de los personajes de Fernando y Urbano, los cuales aspiraban en su juventud a una vida bastante mejor que la que tenían, pero cada uno de forma diferente. Mientras Fernando pretendía llegar a esa vida ideal estudiando y consiguiendo trabajo como arquitecto, Urbano aspiraba a mejorar gracias al sindicato y al movimiento obrero. Incluso, en alguna escena, ambos personajes llegan a discutir sobre estas cuestiones. Paradójicamente, esa escalera sin futuro les conducirá a una frustración similar.