La tabla de Flandes

La tabla de Flandes, Arturo Pérez Reverte. 
Ed. Alfaguara, 2007


En esta espectacular novela su autor, Arturo Pérez Reverte, es capaz de relacionar el bello arte de la pintura y el noble juego del ajedrez con los más intrigantes y escalofriantes sucesos (robos, asesinatos,…). Para ello, nos conduce junto a la protagonista a través de lugares tan variopintos como un club de ajedrez en el interior de Madrid, una habitación de la casa donde los duques de Ostemburgo vivieron hace 500 años, etc. Con estos ingredientes, el autor elabora una trama policíaca que te enganchará hasta el final y te dejará boquiabierto en más de una ocasión.
Todo comienza cuando Julia, una restauradora de arte, recibe un cuadro, “La Partida de Ajedrez” de  Pieter Van Huys, que necesita ser restaurado antes de ser subastado unos meses más tarde. En este cuadro aparecen dos señores jugando una partida de ajedrez bajo la poco interesada mirada de una mujer. Tras hacer un análisis más detallado, Julia encuentra una inscripción oculta Quis Necavit Equitem, que significa: “¿Quién mató al caballero?”.
En este momento, la trama da un giro radical, pues Julia ya no se plantea esta obra como un cuadro más, sino como un enigma que lleva 500 años sin descifrarse y que podría tener respuesta en la partida de ajedrez que se está jugando en la obra.
Para resolverlo, toma como ayudantes a su viejo amigo César y a un gran jugador de ajedrez llamado Muñoz. En el trascurso de la investigación, suceden acontecimientos muy extraños en su vida. A medida que ella recaba información y Muñoz va resolviendo el misterio ajedrecístico, Julia se va dando cuenta de que la partida que se está jugando podría estar unida con los personajes del cuadro, pero, ¿podría esta historia de hace 500 años tener también relación directa con la vida de Julia?
Raúl López Martín
2º Bach. C

1 comentario:

  1. Pablo Pérez Hernández (1º Bach. B)1 de junio de 2018, 20:17

    La novela de Arturo Pérez-Reverte combina conocimientos de ajedrez con investigación policíaca. Esta mezcla de lógica ajedrecística y detectivesca es lo que hace de la novela algo interesante y divertido de leer, y sobre todo intrigante, ya que hasta el último capítulo ni los más mas aguerridos lectores de Sherlock Holmes podrán desvelar el misterio.
    Este aparece en un cuadro que está restaurando la protagonista, Julia, y se centra en una partida de ajedrez. El cuadro tiene una inscripción que asegura que alguien mató a uno de los personajes del cuadro hace 500 años. El objetivo de Julia será desvelar el misterio, ya que, al hacerlo esto puede elevar el precio de venta del cuadro. Según va avanzando la historia, junto con Muñoz, un experto en ajedrez, y con la ayuda de su viejo amigo César, van descifrando el misterio escondido, pero lo que Julia no sabe es que ella es un peón más de todo este misterio.

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